KAHSUHIRO OTOMO Y EL FENÓMENO AKIRA
Katsuhiro Ōtomo ya tiene 60 años; nació el 14 de abril de 1954 en Hasama, dentro de la
prefectura de Miyagi,
Japón. Reputadísimo dibujante
de Manga (cómic japonés),
director de Anime
(cine de dibujos animados), y guionista de ambos. Se le conoce principalmente
por ser el director de Akira, una de las
películas más influyentes del anime, así como por ser el artista/guionista del manga
original en el que se basó la película. Otomo vivió su
adolescencia en los turbulentos sesenta, contemplando por todos lados manifestaciones
de estudiantes y trabajadores contra el gobierno
japonés. De hecho, ese periodo de cambio desembocaría en el Japón
que hoy en día conocemos, un Japón que contrasta visceralmente con aquel otro
ocupado tras la finalización de la Segunda Guerra
Mundial. Cuenta Otomo que vivir esas revueltas y en general la
situación caótica de aquellos años, le sirvieron como inspiración para su
trabajo más conocido, Akira. Muy
pronto el trabajo de animación de este periodo influenció al joven Otomo. Especialmente
los trabajos que salían de los estudios de Tokio, Mushi
Production y Toei Doga.
Trabajos como Gigantor, Astro Boy y Hols,
príncipe del sol, influirían decididamente en la carrera del
artista dentro del mundillo de la animación. Del mismo modo, el joven rebelde
también bebería en abundancia de filmes provenientes de Estados Unidos, caso de “Mi vida es mi vida” o “Easy Rider” que inspirarían
el personaje de Shotaro Kaneda y su
banda de motoristas en Akira, jóvenes
rebeldes que tomaban drogas, despreocupados de la autoridad o de la presión que,
sobre ellos, ejercía la generación de sus padres. Akira, un manga de más de dos mil páginas, se escribió entre 1982 y
1993, en él también se basa la película de animación homónima. Ambas obras
acapararon instantáneamente un reconocimiento general como clásicos dentro de
sus géneros. Akira nos sitúa en1988, cuando
el mundo está al borde de la destrucción absoluta. La tecnología avanzada fue
la causa de una terrible explosión que desencadenó una guerra nuclear y devastó
las grandes ciudades del planeta. Treinta años después, sobre las ruinas de Tokio, se alza la
megalópolis de Neo-Tokio, una ciudad opresiva e inhumana cargada de problemas
como el desempleo, la violencia, la droga y el terrorismo. Las sectas
religiosas y los grupos extremistas, aprovechándose de la insatisfacción de los
ciudadanos, cultivan el mito de Akira, un "niño cobaya" depositario
de la "energía absoluta" cuya resurrección significaría para Japón el
amanecer de una nueva era. En 1988,
cinco años antes de la finalización seriada del manga, se estrenó la película
animada, lo que supuso un salto cualitativo en la animación japonesa al dotarse
de un gran presupuesto gracias al Comité Akira formado a propósito para
producir el filme.
La película fue dirigida también por Katsuhiro Otomo. El éxito del film marcó
el inicio de la difusión del manga y el anime fuera de Japón, gracias al
impacto que provocó en los espectadores de todo el mundo. Es considerada por
muchos como la mejor película de animación japonesa, junto a las dirigidas por Hayao Miyazaki. Otomo era
muy admirado por el dibujante de cómics
francés Jean Giraud
(Moebius).
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