En 1961, la editorial que habría de
ser Marvel Comics arrastraba deudas y problemas, destacando únicamente por sus cómics de
monstruos y por el trabajo de dos de sus dibujantes estrella, Jack Kirby y Steve
Ditko. No obstante, pronto un hito lograría que su revitalización comenzase. En
noviembre de 1961 aparecía “Fantastic Four”, una serie en la “onda” de los
superhéroes y que rápidamente se ganó el favor del público gracias,
fundamentalmente, a la caracterización mucho más realista y familiar que la de
otros títulos superheroicos. Definitivamente, Los 4 Fantásticos y su enorme
éxito propiciaron la aparición de otras series y personajes, como Astonishing
Ant Man en enero de 1962, The Incredible Hulk en mayo de 1962, Spider-Man en el
último número de Amazing Fantasy en agosto de 1962, Thor en el número de
Journey Into Mystery de agosto de 1962, Iron Man en el número de Tales of
Suspense de marzo de 1963, la Avispa en el número de Tales to Astonish de junio
de 1963 y el Doctor Extraño en el número de Strange Tales de junio de 1963. El
éxito de estos personajes hizo que la compañía, que ahora respondía al nombre
de Marvel Comics, se lanzase a publicar más series de superhéroes; en
septiembre de 1963 debutarían The Avengers y los X-Men, Daredevil, en abril de
1964, mientras que personajes de los años 40 como Namor y el Capitán América
protagonizarían sus propias series, el primero en Tales to Astonish y el
segundo en Tales of Suspense, en agosto de 1965 y noviembre de 1964
respectivamente. El último personaje de aquella etapa grandiosa sería Nick
Fury, un personaje que protagonizaba historietas bélicas desde 1963, pero que
sería remozado a partir del número de Strange Tales de agosto de 1965,
convirtiéndose en un agente secreto integrado dentro del universo ficticio de
Marvel. Por aquella década, Stan Lee funcionaba como “chico para todo”,
principal guionista, editor literario y artístico. No obstante, el aumento de
la carga de trabajo de Lee y la mejora de las ventas permitió contratar a
nuevos guionistas, dejando algunas de las series en manos de los jóvenes
escritores Roy Thomas, Denny O'Neil y Gary Friedrich. El inesperado éxito de
Marvel atraería el interés de un grupo inversor que compró la compañía, con la
intención de hacer de ella la principal editorial americana de cómics. Eso
llevó a una sucesión de redactores jefe: Roy Thomas, Len Wein, Marv Wolfman,
Gerry Conway y Archie Goodwin. Stan Lee fue abandonando los guiones en favor de
un puesto más ejecutivo, mientras que Jack Kirby dejó de dibujar para la
compañía y saltó a DC Comics, si bien volvería brevemente entre 1976 y 1978;
otros autores “top” como Jim Steranko o Neal Adams también fueron abandonando
Marvel. Sin embargo una nueva generación de guionistas y dibujantes entrarían
para dar continuidad a las colecciones y producir grandes etapas como La tumba
de Drácula de Marv Wolfman, Gene Colan y Tom Palmer; el pato Howard de Steve
Gerber; el Capitán América de Steve Englehart; los X-Men de Chris Claremon, Dave
Cockrum y John Byrne; y otras muchas que marcaron a toda una generación e
aficionados. A partir de aquí, llegó la época de los directores editoriales,
que marcaron nuevas, y no siempre, afortunadas líneas de trabajo, con Jim
Shoter, 1978-1987, Marvel lanzó una nueva línea editorial, el “Nuevo Universo”,
conmemorando el 25º aniversario de Marvel en 1986. También fue responsable de
nuevos y amplios crossover “Contest of Champions”, “Secret Wars”. En 1981
Marvel adquirió el estudio de animación: DePatie-Freleng Enterprises que había
creado a los famosos Looney Tunes, pasando a ser Marvel Productions Ltd., comenzando
a producir series de animación para la televisión como G.I. Joe, Transformers e
incluso los Muppet Babies de Jim Henson. En 1986 Marvel fue vendida y vuelta a
vender a diversas compañías, culminando, en fin, con la adquisición del
catálogo animado a cargo de Disney. En 1988 la Marvel Comics de McFarlane, Jim
Lee o Liefeld, fue comprada el magnate Ronald Perelman. Los problemas
comenzaron en 1991, cuando estos artistas estrella de Marvel se marcharon a
crear una nueva editorial, Image Comics. Marvel intento capear el temporal
invirtiendo en juguetes, cartas coleccionables, etc, basadas en su enorme
archivo de personajes, y , fundamentalmente, la creación de su propia
distribuidora. Con todo, los malos resultados en general propiciaron la caída
de ventas y, consecuente saturación de material, desconvocaría en el cambio de
propietarios Joe Quesada
como nuevo redactor jefe y el éxito de las primeras películas de Marvel dieron
un respiro a la editorial. La Marvel de Quesada se apoyó en nuevos formatos de
impresión, líneas como MAX para adultos, Marvel Age, para jóvenes, o Ultimate
Marvel, con nuevas versiones de los héroes más clásicos. La era Quesada concluiría
en 2011, siendo sustituido por Axel Alonso.
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